Comentarios de Libros


... ¿POR QUÉ LA PALABRA?...

LA FIRMEZA ES ACERO EN LA PALABRA Y DIAMANTE EN LA CONDUCTA:


   La palabra es sonora cuando es clara; todos la oyen si la pasión se caldea y a todos contagia si inspira confianza. La autoridad moral es su eco, la multiplica. Más vale decir una palabra transparente que murmurar mil enmarañadas. Los que tienen una fe o ideología desdeñan a los retóricos y a los sofistas; nunca se construyeron templos con filigranas, ni se ganaron batallas con fuegos artificiales.
   Cuando es imposible hablar con dignidad, sólo es lícito callar.  Decir a medias lo que se cree, disfrazar las ideas, corromperlas con reticencias, hacer concesiones a la mentira hostil, es una manera hipócrita de traicionar el propio ideal. Las palabras ambiguas se enfrían al ir de los labios que las pronuncian a los oídos que las escuchan; no engañan al adversario que en ellas desprecia la cobardía, ni alientan al amigo que descubre la defección.
                 Fragmento  Pág. 52 del libro LAS FUERZAS MORALES de José Ingenieros.





MAS ALLÁ DE LA NOCHE -Poemas Antológicos-

De Felipe Demauro. Ed. Amaru-92pags/2011



Demauro ha separado en seis partes este poemario: “La descarnada retórica existencial”, “Con los ojos puestos en el entorno”, “Poemas para ser filmados”, “Narraciones Alucinantes”, “Páginas brillantes”, y “Postales elegidas para mi ciudad”.

Abre con la dedicatoria a su esposa “La plenitud de mi existencia” y “A manera de Prólogo”, del editor Juan Carlos Giménez.

Demauro-Rosario-Rosario-Demauro con el epígrafe: 

“Describe tu aldea y serás universal” de León Tolstoi.
Para el editor, el autor desgrana a Rosario en seis partes. Desmenuza su realidad y dentro de ella a Felipe Demauro, quien “nos lleva de la mano primero a entrarnos en su propio ser, en su yo lastimado de ocasos y nacientes alboradas, en una pluma cargada de imágenes; y con forma, contenido e imagen nos lleva por la ruta de la prosa poética”.
Este libro es un conjunto de absurdos inexplicable adonde la sin razón del ser humano, su irracionalidad se deja entrever por hendijas o espejos en imágenes sórdidas unas, alucinantes otras, que relativizan la vida para moverse sobre el andarivel limítrofe de “la nada”.
La simultaneidad en la naturaleza que no depende del hombre aparece en casi todos los poemas; lo mismo que la estrepitosa caída en una involución hacia un futuro incierto.
La pluma del autor maneja con soltura un idioma que va desde la crudeza de la realidad a la ambigüedad ficcional para dar cuenta de la caótica existencia en las urbes modernas.
Imágenes fílmicas, alucinaciones, entresueños convergen en una realidad mayor “más allá de la noche” de “¡los que creen vivir!”…, para “volver a nacer nuevamente la muerte”… JUANA C. CASCARDO, en La Plata, 7 de Marzo de 2011.




En polvo de convertirás




Hoy he ido a visitar la nada

Conversamos un largo rato.

A pesar de las hostilidades del sol

Empeñado en disolver mi sombra.
Es tan interesante conversar con la nada
Como sembrar poemas en las uñas
Como pensar que no hemos muerto al nacer
Como elegirnos el cuento
Que vamos a vivir
Como olvidarnos
Que somos tan solo
Una imagen con disfraz de viento.




Un viaje en Subte (fragmento)


…Y ahora que tan cerca amanece

y el viaje culmina registrado tan solo

por un reino anexo a la red cloacal

emergen…todos juntos

como si salieran de un sumidero
desorientados
hacia la ilusión o las penurias
la hipocresía o el amor
la bondad o la calumnia
la razón o el miedo
el desprecio, el suicidio, el arte
el pecado y la gloria
todos juntos hacia la eternidad
con o sin Dios…
¡¡Los que creen vivir!!



Bucólica Escenografía
La urbe…la que a veces recordaba

la misma u otra.

La que en cualquier parte continúa rigiendo

las falaces quimeras de la involución.
Esa que prefirió canjear por éste… su sosiego
carente de noticias y cociente de clases
enajenación, horarios y “reglas de juego”
totalmente absurdas, crueles y reñidas con la razón
la convivencia y la estética de las cosas…
Pero nuevamente como una emboscada del de pronto
interfirió el dolor inusitado y terrible
trasladándole ahora sí el grito
desde la sínfisis del pubis a la garganta…



Felipe Demauro


DATOS DEL AUTOR: Nació en Rosario, Pcia. De Santa Fe, Argentina el 2 de agosto de 1947.

Esta Antología titulada “Más allá de la Noche”, contiene lo que él considera su obra poética más valiosa extraída de sus libros: “A los infiernos Nuevos” (1971), “Los Atardeceres del Anochecer” (1972), “La Fragata Deportiva Vedette” ( 1980), “Poemas en Super 8” (1983), “Postales Poéticas de Rosario” (ed. 1985/1990).

También tiene libros de relatos titulados: “Instantáneas en Sepia” (2003), “Postales en la Vidriera” (2004), “Embrujos que ya no son” (2008) y más de una docena de antologías compartidas. 
Posee dos blogs en la Web y un programa de radio en FM Sol de Rosario 89.1 Mhz desde el año 1995. 





CRISTINA BARLA – JARDIN DE POESIAS- ED. AMARU 104 PAGS. /2007


Amiga y Colega:
He tomado entre mis manos tu Jardín de Poesías con gran afecto porque sé que es parte de ti misma lo que vas mostrando. Vas desgajándote en versos. Eres tú  misma. Auténtica.
Tu poesía es límpida, pulcra y emotiva. Se posesiona del lector un aire de nostalgia que se desprende desde el comienzo con las "dedicatorias" a la familia, amigos, colegas para incluir a ese ser ausente, anónimo que se nutrirá con la lectura;  hasta la pág. 101 adonde culmina este tierno, a veces penoso, otras mágico recorrido por los seres que constituyeron las ramas de un árbol pleno de afectos. La familia: la próxima y distante al mismo tiempo se transforma en tu  principal motivo de inspiración.
También se percibe un deseo postergado quizá de emprender vuelo, de "ser ave que vuela"/ "ser nube que pasa" /"besando una estrella"/...para modificar todo con su fuerza vital: "ser ola impetuosa" /"que a la playa llega"/..."ser llama que abraza", / "ser fuego que quema" y asumir la finitud del ser al final de tu poema pag.9: "Ceniza más tarde", / "ceniza en la tierra"...ese más tarde indica lo racional de este verso. No se transmiten deseos de morir, sino simplemente la aceptación de lo cierto, lo inmodificable de la finitud de la existencia humana.
Hay muchas referencias en tu poemario a la tristeza de “las partidas”; el temor a no poder mantener un “estado de felicidad”, a perder los afectos de seres muy importantes en tu vida.
Cada despedida es una herida en tu sensible alma que llora desde allí su dolor: "En la noche silencios", /  "dejó el grillo de cantar"/ "Quedaron quietas las olas"/ "del turbulento mar"/... "Mis ojos miran el vacío", / "no quieren ver la realidad", /"se aproxima la partida" / "y ya quiero regresar" para culminar en el repique de esta palabra que encierra lo que dictan tus sentimientos: no alejarse, sino "regresar, regresar, regresar".
Ahora bien, qué transmite Cristina como poeta?
Como  poeta encuentra  refugios adonde guarecerse de las penas. Allí está "El rincón de mis sueños" poema en el que dice: "Miro mis fotos de infancia", / "de aquellos días" /"que tenía olvidados", "No puedo negar que la nostalgia"/ "hasta mí llega"; "pero... huir de ella es lo pactado"
"En ese rinconcito tan querido", / "de mí misma tantas veces", / "me he refugiado"/..."El rincón de mis sueños yo le llamo".
Y es así tal como lo escribe, un sitio adonde se reencuentra con sus grandes amores, ese sitio que permite la supervivencia luego de las distancias insalvables y quizá el que le ha permitido vivir nuevamente el amor, la amistad, el compartir la palabra, el desarrollar su creatividad.
La naturaleza forma parte del estado anímico de Cristina: -"la luz de la luna", "la noche brumosa", "sol que destella en mi camino", "perfume de madreselvas", "hojas de otoño que giran"..., etc. Muchos de sus poemas comienzan, a la manera de los románticos, ubicando al lector dentro de un ámbito en el cual los signos externos muestran el íntimo sentimiento del sujeto que los transmite; adonde su Yo se halla inmerso.
En Melodías..., por ej.: "Cuántas hojas marchitas/ "tomé aquel día en mis manos/..."Mientras tanto el viento quejoso/ "hace danzar los naranjos"/ "Y las hojas secas siguen/ "a su compás bailoteando."
En la Oscuridad: "La oscuridad de la noche me persigue / "Y temo chocar contra la montaña/ "impenetrable de tu espíritu./ "Me persiguen las sombras tenebrosas.
La poeta se siente perseguida por la incomprensión del Ser amado; pero también se siente temerosa de confesarle sus dudas, sus debilidades. "El pesar abrumador", su pena es inmensa. Sin embargo, usando ese mismo sentimiento logra -no sin esfuerzo- vislumbrar un rayo de luz. 
La luz contrapuesta a la sombra que la inhibe, que no le permite la comunicación.
Leer el libro: "Jardín de Poesías" de Cristina Barla, es ingresar a su rico mundo interior en el cual conviven: "la nostalgia de lo irrecuperable, los sentimientos de amor, de alegría y a la vez de pesar por la distancia que separa, la incomprensión de los seres amados, y también es hallarse ante un ser lleno de capacidad para brindar amor, solidaridad, ternura  que vale la pena conocer y admirar".
Juana C.Cascardo


He recibido  del editor Juan Carlos Giménez, de Ediciones Amaru, un libro de cuentos titulado: “EL MILAGRO INCONCLUSO y otros cuentos…”  de Patricia TONI -1ra edición, 2015.
No tengo el gusto de conocer personalmente a la autora, mas el editor me indicó una interesante referencia: “la joven escritora es sobrina del escritor recientemente fallecido Alberto Sarzi”; a quien le comentara algunos de sus libros de cuentos.
El libro consta de 144 páginas y de nada menos que 24 creaciones literarias entre: cuento corto, largo, y algún relato de infancia o de memorias de su barrio.
Con una tapa de fondo azul con dos  nubes blancas, que parecieran simbolizar a  las Islas Malvinas flotando en la inmensidad del Océano. Contratapa con fotografía y datos de la autora, nacida en Lanús y radicada actualmente en dicha ciudad, ha sabido mostrar, a través de sus relatos la vida cotidiana, las costumbres y hasta algunos personajes característicos de los barrios no muy alejados de la Gran Urbe cosmopolita como es Buenos Aires, en particular: “El Che también vivió en Lanús”, que  fue seleccionado y publicado en la antología que el municipio editó para celebrar su 70 aniversario. Su cuento: “El asilo del alma”, mereció Mención Especial en el certamen organizado por la Casa de la Cultura de la Municipalidad de Lanús.
El libro está dedicado a Luis y a Matías “por el amor que les tengo, por el amor que me tienen”
Presenta un prólogo de Matías Luis Pidre, en el cual dice: “El milagro inconcluso y otros cuentos” es sin dudas una pequeña  obra maestra donde la emoción será la principal protagonista”.
Ciertas las palabras del prologuista. Los cuentos y relatos de Patricia nos van llevando por caminos diversos en los cuales los sentimientos –algunos buenos y otros no tanto- hacen que el lector se sienta transportado a épocas pasadas o bien, a situaciones  atemporales que desmenuzan los conflictos interiores por los cuales atraviesan  los seres,  como son  la irritación, el nerviosismo,  motivados  por “la vanidad” – por ejemplo - al pretender acaparar la atención de un maestro hasta concluir en un desenlace fatal (Taller literario), o la no resignación ante una realidad impuesta desde el poder y que hizo que el joven que regresó entero de la Guerra de Malvinas, nunca recuperara su sonrisa. Su  madre lo expresa al finalizar el cuento: (son palabras textuales) “Yo le juro que si el negro se vuelve a sonreír rezaré por usted todas las noches y mire que mi virgencita es milagrosa, si en medio de tanto dolor, de tanta muerte, me lo trajo de vuelta al Rosendo con las dos piernas, con los dos brazos, casi entero ¿vio? Casi entero…” (El milagro inconcluso”)

El amor simulado entre dos hermanas durante la vida de su madre que al momento de su  desaparición física, se transforma  en profundo odio,  el cual cobra vida mientras comparten la misma casa (De dolor y de odio).
Por razones de espacio, no comentaré cada uno de los cuentos. Simplemente, continuando con la lectura, me encuentro con breves relatos de infancia, recuerdos que se entremezclan con cuentos más extensos como son: “Y fue justicia”, relato en el cual la madre logra vengar la muerte de su hijo. Su obsesión que parecía amatoria, no era tal; aunque en el transcurso del relato el lector pudiera suponerlo. Su única obsesión era hallar a quien atropelló y abandonó a su hijo produciéndole la muerte. En “Gracias a Freud”, en realidad lo hace a Freud responsable del descubrimiento hecho durante la terapia por su hombre, de su condición de homosexual. Está narrado con ira, con palabras un tanto fuertes o vulgares. La autora se vale de esa forma del lenguaje, para mostrar el estallido de dolor, de impotencia, de la protagonista de la historia, ante la verdad indiscutible.
Así pasando las páginas hallamos a una mujer que cuenta lo que sucede a su alrededor, a sus vecinos, a ella misma con veracidad; en forma directa y en algunos casos, haciéndonos estremecer al despojar a los protagonistas de cordura, de límites ante sentimientos encontrados. En algunos de sus cuentos utiliza un lenguaje descarnado, sin tapujos a la hora de narrar los hechos; aunque sean una ficción. En otros en cambio, se vale de uno prolijamente elaborado. Todos con finales inesperados, muy bien logrados.
En conclusión: la lectura de estos cuentos dejará diferentes sensaciones, según sea el nivel de compromiso del lector, con las vivencias relatadas.
Bienvenida Patricia Toni al mundo de la escritura. Que sea este el primer peldaño que lleve a feliz término el milagro de muchas más páginas, de más libros, de éxitos y reconocimientos.


©JUANA C. CASCARDO en La Plata, 25 de julio de 2015


LA GENTE DE JULY
Nadine Gordimer

Por Jerónimo Castillo


1981 no fue un año fácil para el país. Faltaban aun diez años para que Nadine Gordimer, la novelista sudafricana obtuviera el Premio Nobel, pero la realidad que estaba golpeando su país en esa inusual transición, la conmovía a diario, y desde su primera obra en el género, de corte usualmente autobiográfica como ella misma lo reconociera, enrolándose en la ancestral costumbre del escritor que se refiere al objeto que tiene más cerca, su propio yo y sus propias experiencias, ya poco o nada quedaba.
Ahora el entorno era el preponderante. La realidad había comenzado a superar la ficción. Sudáfrica estaba patas para arriba. Lo que había sido una ordenada transculturización de un sector europeo instalado en el cono sur del país africano, bajo el dominio de una mínima parte de la población, ahora era un desorden donde todas las estructuras de funcionamiento habían colapsado y quienes ocupaban la parte interna de las vallas instaladas para sostener una división que el mundo conoció con el bochornoso nombre de apartheid, las habían transpuesto y se encontraban dentro de los ghetos blancos que sus ocupantes estaban desalojando con el apresuramiento que era menester, ante las avalanchas de las hordas que ahora no tenían que oponer sus palos y piedras a las balas con que el anterior régimen los mantenía fuera de las zonas “civilizadas”, ya con fuerzas de represión propias o mercenarias contratadas de los países circundantes.
Gordimer había dado noticias de esta transición, haciendo hincapié en que muchos blancos nunca estuvieron de acuerdo con esta forma de trato con el pueblo africano, el que no solamente había sido avasallado en sus propiedades y dominios, sino que además su fuerza de trabajo fue aprovechada brutalmente en las posesiones mineras de los capitales blanco por retribuciones ínfimas que no permitieron su desarrollo como sociedad, y que ahora iba saliendo de una forma de vida para entrar a fuerza de sufrimiento, en otra.
En esta novela, “LA GENTE DE JULY”, la autora puntualiza una situación que determina que al trabajo en ocasiones se le catalogue como novela futurista, queriendo significar que el hecho, como tal, no ocurrió, pero que pudo haber ocurrido.
El sirviente de una familia de Johanesburgo, con quince años de trabajo al servicio de la misma, y proveniente de una aldea distante 600 kms. de allí, que había recibido siempre buen trato por parte de los blancos, ante la imposibilidad de que sus patrones, a quienes siempre llamó “amos”, pudieran abandonar el país, ya que muchas formas de hacerlo no había, estando los puertos tomados por el pueblo africano y habiendo sido derribados algunos aviones que volaban hacia Europa, les propone que viajen con él a su aldea y se refugien allí hasta que las cosas cambien y se pueda pensar en un retorno.
La idea es aceptada por el matrimonio blanco, y llevando sus tres hijos y el asilante, parten en un segundo vehículo existente en la heredad, de una conformación especial que escapaba a todas las clasificaciones conocidas. El viaje que debió durar un día, se hizo en tres para evitar las zonas militarizadas y las constantes requisas de los controles.
A partir del momento en que la familia es instalada en una precaria vivienda de la que se desaloja a la madre de July, la autora, exhibiendo una brillante condición de observadora y dueña de una calidad narrativa de altísimo vuelo, va pintando situaciones, cambios en las relaciones de la pareja alojada, al igual que en la familia anfitriona, del resto de los moradores de la aldea, de la relación del antiguo sirviente que muestra facetas de un dominio propio de morador y cabeza del conjunto grupal.
Es tan minucioso el relato de las situaciones pintadas por Gordimer, que lo ficcional pasa a un segundo plano y el lector acepta la creencia de estar ante una realidad que por su crudeza no ha conocido, pero que entiende como posible.
Es un tanto difícil imaginar un final a medida de que la lectura transcurre, pero la autora logra entregarnos una obra que nos anima a decir, no debe dejar de leerse.


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